El Libro Blanco advierte: cómo salvar a los jóvenes "atrapados" por un sueño de mala calidad

En la ajetreada y acelerada vida moderna, el problema de la mala calidad del sueño se está volviendo cada vez más prominente, y los jóvenes parecen ser la fuerza principal de esta "crisis del sueño". Según el último "Libro Blanco de 2024 sobre la salud del sueño de los residentes chinos", el sueño de baja calidad prevalece entre los jóvenes, lo que provoca una serie de problemas de salud. Es hora de reflexionar y actuar para salvar a los jóvenes que están "atrapados" por un sueño de baja calidad.

Primero, echemos un vistazo a estos hábitos de sueño poco saludables. A muchos jóvenes les gusta el estilo de vida de "quedarse despiertos hasta tarde entre semana y recuperarse en el día libre". Están ocupados con el trabajo los días de semana, a menudo se quedan despiertos hasta tarde por la noche y apenas se levantan por la mañana con el despertador. En los días de descanso, aunque puedes dormir más tarde, muchas veces duermes hasta el mediodía, alterando tu ritmo normal de sueño. Los médicos advierten que esta práctica de recuperar horas de sueño para compensar el trasnochar no es realmente eficaz, pero puede alterar el reloj biológico y provocar un insomnio más grave.

Otro mal hábito común es tomar siestas demasiado largas. Los datos de las encuestas muestran que un número significativo de jóvenes toman siestas de más de 30 minutos, o incluso más de 1 hora. Los médicos señalan que dormir demasiado durante el día afectará la calidad del sueño nocturno, por lo que se recomienda controlar el tiempo de la siesta a unos 20 minutos, siendo mejor hacerlo antes de las 2 de la tarde.

Además, el consumo frecuente de alcohol también es un factor importante que afecta la calidad del sueño de los jóvenes. Los estudios han demostrado que beber alcohol puede provocar una duración del sueño más corta y una menor calidad del mismo, y que cuanto mayor es la frecuencia de consumo, peor es la calidad del sueño. El alcohol no sólo puede fragmentar el sueño, sino que también puede desencadenar efectos adversos como pesadillas.

Estos hábitos de sueño poco saludables, una vez formados, pueden tener un impacto grave en la salud física y mental de los jóvenes. Un sueño prolongado y de mala calidad no sólo provoca apatía y falta de concentración, sino que también aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares como el infarto de miocardio y el accidente cerebrovascular. Por tanto, es urgente salvar a los jóvenes que están "atrapados" por un sueño de mala calidad.

Para mejorar la calidad del sueño, los jóvenes deben romper con los malos hábitos mencionados anteriormente y hacer ajustes integrales en muchos aspectos. En primer lugar, el ejercicio regular, al menos dos veces por semana de alta intensidad y un estiramiento adecuado antes de acostarse, pueden ayudar a relajar el cuerpo y la mente. En segundo lugar, preste atención a su dieta, asegúrese de consumir nutrientes suficientes y variados todos los días y evite la dependencia excesiva de estimulantes como la cafeína y el alcohol. Además, es importante establecer un horario de sueño regular, intentar acostarse y despertarse a la misma hora todos los días para ayudar al cuerpo a establecer un reloj biológico estable.